Cómo terminar con el enganche a tu expareja

El enganche, un mal muy común

Depender afectivamente de la pareja para rellenar huecos afectivos es un síntoma muy común de muchas mujeres en las relaciones.

Esta dependencia emocional produce enganches emocionales, mentales y energéticos que muchas veces continúan aun cuando la relación se rompe y se produce la separación, de esta forma muchas mujeres y también muchos hombres se quedan ligados a sus exparejas.

En algunas ocasiones este recuerdo del ex es tan fuerte que se llega a la obsesión, pareciera como si el ex estuviera en todas partes y asaltarán constantemente recuerdos de vivencias conjuntas…

Lo cierto es que esta actitud romántica de mantener fidelidad a una pareja que ya no está, te mantiene emocionalmente hermético pues se cierran las puertas a futuras posibles parejas porque literalmente no hay espacio en las mentes y los corazones.

Un buen final

Cuando una relación termina es importante zanjarla sin dejar asuntos pendientes o abiertos.

Para terminar en condiciones tienes que tener en cuenta dos errores muy típicos a evitar:

Error 1

Un error muy típico es querer mantener la amistad, lo cual funciona en pocos casos y nunca inmediatamente después de dejar la relación, aunque en algunos casos si hay que hacer esfuerzos para conservarla o al menos mantener una actitud cordial, como es el caso de padres que tienen que compartir la custodia de sus hijos.

Mantener una relación de amistad con el ex puede ser un asunto pantanoso porque es difícil cambiar de la noche a la mañana el grado de intimidad y los códigos de relación que implícitamente ya estaban establecidos, es muy fácil confundir entonces, los viejos códigos de pareja con los nuevos códigos de amistad, que todavía no están claramente definidos.

Sin embargo, a veces se producen separaciones físicas (totalmente recomendable) pero en la mente de uno de los miembros de la pareja o en los dos hay tal grado de obsesión con el ex y con lo que estará haciendo que se produce un enganche a nivel mental, en estos casos querer saber de la otra persona, llamarla, escribirla o preguntar a amigos comunes por ella solo hace empeorar las cosas y alimentar el enganche.

Error 2

Un error todavía mas grave es alimentar los celos cuando el ex ha comenzado una nueva relación, querer saber en estos casos por morbo o curiosidad no es más que hacerse daño gratuito.

Cuando la curiosidad nos hace mal, no darle alas es mucho más saludable.

Sentir celos de la nueva pareja ya no tiene sentido, comparase tampoco, estas son trampas que pueden reforzar el enganche.

Corta el cordón umbilical

Por último quiero hablar del enganche más peligroso de todos, el enganche emocional, tan duradero, que puede durar toda la vida.

Los enganches emocionales se producen cuando las emociones se vuelven muy intensas o duran mucho tiempo, lo que ocurre en estos casos es que nuestra energía se pone al servicio de una emoción tóxica y de esta forma le estamos entregando a esta emoción parte de nuestra energía vital, lo cual no beneficia a nadie.

Recuperar la energía y poder que hemos entregado a la otra persona y volver a la neutralidad emocional es un síntoma de que el enganche se está soltando, esto se consigue recordando que somos seres libres y completos que se relacionan con otros seres igualmente libres, plenos y llenos de eternidad.